Creciendo en Campamento, un espacio de la vida para la vida

Creciendo en Campamento, un espacio de la vida para la vida.

Una revisión literaria, de lo que hoy se plantea en inicio del campamento como actividad organizada tiene su origen en los Estados Unidos, el primer hombre del que se tiene conocimiento en realizarlo fue el señor Frederick Willians Gunn, “padre del acampar recreativo” y director de la Gunnery School. El campamento fue concebido como una actividad de verano para sus estudiantes. Gunn hizo hincapié en la importancia de la naturaleza en la promoción del aprendizaje de los niños y las niñas. Decía: “La escuela ideal, se encuentra en el país, o en la ciudad, o los padres generosos que han brindado su espacio con árboles y flores.»

El éxito de los campamentos de la era de la guerra civil, dio paso a los campamentos de verano en la década de 1870 en el lago Waramaug a unos siete kilómetros al norte de La Artillería. Una carta, cuyo autor y fecha son desconocidos, habló de los preparativos para el campamento de verano. El escritor describe las tareas y actividades del campamento, tales como juegos de pelota, natación, senderismo, pesca, paseos en bote. Él también escribió sobre el toque de corneta de la mañana para la «Reunión de familia» donde el Sr. Gunn daría consejos y «advertencias» para el día siguiente: «no nadar solos, los grandes a cuidar de los más pequeños, etc.» En la noche se iba a cantar «canciones de campamento» con acompañamiento de órgano interpretado por el Sr. Gunn.

A partir de estos orígenes muchos son los antecedentes, modalidades, adaptaciones y ejecuciones de campamentos a nivel mundial, nacional y regional. Los campamentos innovaron en el modo de aplicar y relacionar distintas disciplinas de higiene mental, sociología, psicología, educación y ciencias del deporte.

“Un campamento es un espacio de la vida para la vida, caracterizado por la estadía fuera de casa en pleno contacto con la naturaleza y bajo una modalidad experiencial, educativa y social. En esencia su planificación y desarrollo garantiza a sus participantes el descubrir y reafirmar sus propias potencialidades y proyectarse en un futuro enfocado en el SER, HACER, CONOCER Y CONVIVIR”.

Un Campamento es un espacio inolvidable de diversión y crecimiento. (Albatros, 2014)

Creciendo en Campamento nace de ideas y de conceptos establecidos, que han sido adaptados desde nuestra óptica, nos referimos a variables diferentes, tales como, geografía, condiciones sociales, culturales y otras. En nuestro quehacer educativo de manera natural, nació la necesidad de crear espacios no solo para seguir jugando, sino también para hacerlo en ambientes que contribuyen al crecimiento psicosocial de la población infantil y juvenil. La naturaleza en conjunto con actividades campamentiles, nos ofrece un espacio incomparable para la práctica recreativa. Nuestra idea, está rodeada de cierto sabor a aventura y desafío, lo cual crea efectos positivos en la formación del carácter, independencia, ética, responsabilidad, sensibilidad ecológica, autoconocimiento y más.

Nuestras primeras ediciones, años 2002 y 2003 la definimos como Campamentos sin pernoctas. Los chicos estaban todo un día en un espacio abierto donde cada patrulla hacia el montaje de su carpa, y durante el día hacíamos además de Juegos, Talleres relacionados con la vida campamentil, ejemplo, fogatas, nudos, supervivencia, entre otros. Hoy llevamos este programa bajo el nombre de DAY CAMP, dirigido a niños entre 4 y 9 años de edad. Posterior a ello se sumaron los Campamentos con Pernocta. Estos comprenden toda una programación que se desarrolla en medio de una convivencia durante varios días en diferentes destinos. A estos los llamamos propiamente CRECIENDO EN CAMPAMENTO, en edades comprendidas entre 6 y 15 años y CAMPAMENTOS ENTRE PANAS, en edades entre 18 y 24 años de edad.

Fundamentados en el desarrollo de una forma de vida grupal compartida, en una comunidad que prescinde de todos los elementos de la vida cotidiana y así redescubre la importancia de la relación consigo mismo, con otros y con la naturaleza. A lo largo de esta trayectoria muchas han sido las experiencias que contar con nuestros grupos de acampantes; chicos cuyas características conductuales, emocionales, físicas, intelectuales o sensoriales los hacen diferente a la generalidad y que requieren de adaptaciones en los diseños preestablecidos para su integración en el proceso de campamento. Esta realidad nos ha llevado a investigar y documentarnos para velar por el éxito de la integración, disfrute y aprendizaje de cada uno en particular.

Empleamos un modelo de integración bajo un enfoque constructivista humanista, tomando en cuenta al individuo como un ser biopsicosocial, enfatizando más las potencialidades que las limitaciones, atendiendo a las diferencias individuales y el respeto por la diversidad. Partimos de la identificación de fortalezas y debilidades en la etapa de diagnosis del campamento, para luego realizar las adaptaciones curriculares necesarias en cuanto a estrategias, metodologías y equipos a implementar en el desarrollo de cada actividad.

Desde esta perspectiva se desarrollan y adecuan las líneas de acción en cada nueva edición del campamento, siguiendo criterios generales en función de respetar la diversidad. Sea cual sea la actividad a desarrollar desde que los niños llegan al disfrute del campamento, siempre mantenemos una línea clara y precisa, adaptarnos a cada uno permitiendo que este espacio sea “DE SU VIDA PARA SU VIDA”. Para nosotros existen criterios de preparación en la etapa de planificación que son incambiables, son premisas que nos distinguen al atender nuestros participantes y su diversidad.

  1. Ajustar el nivel de dificultad de las actividades según la edad, necesidades, interés y habilidades de los acampantes.
  2. Dividir los equipos acorde a las fortalezas y debilidades, equilibrando las funciones. Anticipar cuáles serán las actividades a ejecutar y cada uno de sus pasos para estar preparados para el reto.
  3. Dar instrucciones claras y precisas con un máximo de dos órdenes por vez, ubicando los participantes en forma de círculo e integrando el monitor, de esta manera se garantiza que todos puedan observar y escuchar.
  4. Realizar adaptaciones tomando en cuenta si en el grupo tenemos

Diversidad funcional auditiva situarlo frente y cerca a la persona que da la instrucción para así permitirle mayor acceso a la misma

Trastorno de Hiperactividad y déficit de atención asignarle responsabilidades claras y precisas desde el primer momento, pudiendo funcionar como apoyo de su guía o un compañero que lo necesite

Diversidad funcional visual resulta conveniente que este situado cerca de las personas que realizan el modelaje y tenga la oportunidad de manipular y conocer los materiales y camino a seguir antes de la actividad

Diversidad funcional motora se recomienda el apoyo de sus compañeros en actividades complejas, adaptar los espacios para su buen desplazamiento

Diversidad funcional cognitiva es preciso atender a su ritmo y comprensión chequeando cada paso de la actividad y pidiéndole modele o explique la instrucción dada verificando la compresión de la misma. Plantee preguntas si considera que el acampante necesita ayuda. ¿Qué necesitas? ¿En que la necesitas?

Cada una de estas pautas, unidas a otras que nos da el día a día según lo que nos encontramos en nuestro grupo de acampantes nos han garantizado a lo largo de esta trayectoria testimonios de vida importantes pues han repercutido en el SER de los que han vivido la experiencia de crecer en campamento.

Bibliografía

  • Ministerio de Educación. Dirección de Educación especial (1997). Conceptualización y Política de Integración Social
  • Albatros Consultoría Integral. (2014) Manual de Creciendo en Campamento

Referencias electrónicas

www.fundacionpasoapaso.com

www.psicopedagogia.com

Lcda. Lia Rincón.

Psicopedagoga.

MSc. Psicología Educacional.

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